lunes, 16 de diciembre de 2013

La noche de la Luna Azul

"El poder viene a través del miedo"



Si bien, las manadas buscan apoyarse entre los miembros y buscar bienes en común (protección, desarrollo, reproducción, compañía) siempre habrá un miembro que  intente  desbalancear el equilibrio de la comunidad.

¿pero qué sucede cuando los miembros de la manada son seres cambiantes (cambia pieles como los nombra JRR Tolkien; Animagos si usamos el término de JK Rowling o en México los no menos conocidos nahuales) a la vez humanos a la vez animales? Se da un ejercicio político digno de estudio. Pero no es la organización social en sí de la manada, lo que llama nuestra atención, sino el valor de novela romántica que le brinda D:W. Nichols.

Ileana Velkan, cambiante del viejo continente con un pasado oscuro ha guardado en su interior a su bestia interna, llega a un pueblito alejado, habitado por cambiantes en  convivencia con algunos humanos, todos saben las reglas a seguir como manada. La visitante, tanto tiempo  negándole la libertad a su yo interno no reconoce al inicio en dónde se encuentra.

El sheriff Owen Hunt, el macho beta de la manada, comienza a tener sospechas de la actitud de la visitante ¿por qué ella al ser un cambiante no se presenta ante el alfa? ¿por qué siente una atracción tan fuerte tan solo de verla  y pensar en ella? Curiosamente a ella le pasa lo mismo, la atracción entre ellos es palpable; pero el pasado oscuro de Ileana debe de ser desvelado y una venganza pendiente serán las directrices de la vida no solo de ambos, sino de la manada completa y qué mejor ocasión para  tan decisivo momento que  el hechizo de la luna Azul.

La luna azul es un fenómeno extraordinario, pues en un mismo mes coinciden dos lunas llenas, fenómeno que sucede aproximadamente cada tres años.

La apuesta del destino en la manda de Midtown esta echada desde hace mil años, no solo los cambiantes intervienen... ese el giro que le da sabor a la novela. Personajes insólitos que inter actúan entre humanos y cambiantes.

La literatura romántica no tan valorada pero, en el estilo de Nichols lo hace ver tan  sencillo y tan fluido, que se disfruta enormemente. La narrativa es sutil, envolvedora y erótica de una manera suave, dentro del buen gusto, no tan puritana para que se desgarren dos o tres togas, pero no tan ruda como para caer en el mal gusto.

La Noche de la Luna Azul, D. W. Nichols, 2012

Disponible en Amazon.




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