viernes, 19 de febrero de 2016

Sputnik mi amor

“Estamos mirando la misma luna del mismo mundo. Estamos ligados a la realidad por una sola línea. Seguro. Sólo tengo que ir tirando de ella en silencio.”

Leí primero 1Q84, y ahora terminé Sputnik mi amor, historias similares en cuanto al plano existencial, ese mundo alterno del que pocas personas se dan cuenta. Ese mundo en el que se accede cuando las circunstancias se dan, algunos la buscan sin encontrarlas, a otros simplemente se les abre las puertas.

Soledad, soledad que  congela corazones, que nos aísla del mundo de los demás; soledad que enferma a quien no la conoce, a quien no la hace su amiga.


Desde hace meses mantengo  una sana relación con Haruki Murakami, sé que a algunas personas quizá las tenga algo fastidiadas porque solo hablo de su obra últimamente. Pero no lo puedo evitar. 

Es un autor al que descubrí tardíamente (quizá) y es mío, mío; no lo soltaré hasta chupar cada gota de sus letras.

Su prosa, sus personajes, su estilo me conmueve, me llena, me hace sentir satisfecha. Pero siempre querré más.


No pude evitar  confundirme un poco, pues en algunos momentos pensé que Aomame se me aparecería en lugar de Sumire. O que "K" en realidad era Tengo. Nube cerebral de lectora apasionada.

La trama como casi todo lo que he leído de Murakami, gira en torno a la soledad, a esa soledad que nos hace ahondar en nuestros sentimientos más profundos, nuestros deseos y sueños;  nuestras dudas, nuestros miedos

La frase con la que mi corazón latió desbocado: 

"¿Por qué tenemos que quedarnos todos tan solos? Pensé. ¿Qué necesidad hay? Hay tantísimas personas en este mundo que esperan, todas y cada una de ellas, algo de los demás, y que, no obstante, se aíslan tanto las unas de las otras. ¿Para qué? ¿Se nutre acaso el planeta de la soledad de los seres humanos para seguir rotando?"


Si bien los textos de Murakami son hasta cierto punto oscuros en cuanto a las relaciones humanas, siempre deja una puerta de esperanza abierta, siempre nos deja la opción de pensar que nuestros personajes serán afortunados, que lucharan por conquistar la cima, que no se rendirán ¿filosofía oriental? no lo sé. Pero es inspirador.


Haruki Murakami "Sputnik mi amor". Ed.Tusquets.