sábado, 30 de diciembre de 2017

Adiós 2017

Todos los años hago recuento de lo malo y lo bueno del año que se me va. Siempre me he considerado una persona afortunada por mi familia, pequeña, pero con cimientos firmes. Por mi trabajo, que aunque me queje del  tránsito insoportable matutino, me encanta desempeñar. 

Pero este año que termina, mas que nada, debo de ser honesta y fue excepcional en cuanto a amistad. 

Se dieron modas entre generaciones de reencuentros de compañeros de escuela, en mi caso particular de la secundaria. 

Mi generación, que es catalogada como la generación X. Sí, esa generación que creció sin Internet, celulares, ni alta tecnología, que usábamos saca puntas y goma bicolor, que eramos seguidores del tío Gamboin y que presenciamos el inicio de los Simpson.

Seré honesta, cuando egresé de la secundaria, conservé un par de amistades, que seguimos estudiando hasta el bachillerato; pero,  en pocas palabras dí vuelta a la hoja, perdí contacto con el 99 % de mis compañeros ¡Incluso de aquellos que vivían en la misma colonia! Mis amistades más cercanas, que es el 1 % siguen a mi lado. 

El asunto  comenzó, cuando se dio una reunión de compañeros, a la cual con cariño llamo el Club de Toby, ya que fueron solo caballeros los asistentes. Hice un berrinche por no haber sido convocada y en seguida me apunté para una siguiente reunión.

Me di cuenta que extrañaba mucho a algunos (la mayoría) de ellos, más a aquellos que eran mi ideal de hermanos. En casa somos solo mujeres, no sé lo que es tener un hermano. No. No tuve amores platónicos, mi mente no estaba hormonalmente distraída.  

El reencuentro fue de lo mas familiar que hubiera esperado, para mí, fue como si no los hubiera dejado de ver tantos años. Pero sí cambiaron (cambiamos), mis compañeros casados, con hijos y algunos ya abuelos, hicieron su vida y la viven en plenitud. De mi parte, soltera, sin hijos... también viviendo en plenitud.
13 agosto 2017

13 agosto 2017


Agradezco la oportunidad de revivir experiencias, bueno, más de ellos, porque yo siempre fui muy seria, callada, mustia y muy estudiosa; las chanzas sobre mi persona de que ahora hablo hasta por los codos, no me ofenden. Yo cambié y soy feliz. Y solo deseo que mis compañeros sean felices.

Agradezco de corazón a quienes después del Club de Toby, me abrieron las puertas de sus casas y de sus familias, espero muy pronto corresponder a esa hospitalidad.
9 diciembre 2017


No me arrepiento de haberme alejado de mis compañeros durante unos... 30 años. Pocos en realidad. Já. Pues en mi libro de vida, las páginas escolares fueron escritas y conservadas en el baúl de los recuerdos. Me gané buenas reprimendas de algunos que me hicieron ver que de alguna manera fui egoísta, mala persona y mala amiga (hasta mala influencia por los consejos que doy). Pero en mi defensa, solo seguí mi senda.

11 septiembre 2017


Mi generación de secundaria está en mi corazón, sólo la tenía un poco empolvada, pero tienen un lugar muy especial en mi libro de vida. 

Tengo esperanza de que un futuro próximo podré ver a más de los que he tenido el honor de convivir, abrazar y apapachar.

30 diciembre 2017

Sumando el orgullo familiar de la graduación universitaria de mi sobrino y estas reuniones, definitivamente fue lo mejor de este 2017.

¡Gracias compañeros!